Aplican marcadores moleculares en los programas de mejora de frutales

La obtención de nuevas variedades frutales de calidad, resistentes a plagas o enfermedades y adaptadas al cambio climático, es uno de los principales motivos por los que España, y particularmente la Región de Murcia, es líder en producción y exportación de fruta. En este liderazgo también influyen otros factores como la climatología favorable en relación con el resto de Europa –que permite una producción precoz– y el desarrollo de técnicas avanzadas de cultivo.

 

Muchas de esas variedades son realidad gracias a programas de mejora genética que el CEBAS-CSIC de Murcia viene desarrollando desde hace décadas en almendro (iniciado en 1985), albaricoquero (en 1993) y ciruelo, en colaboración con el IMIDA (desde 2010).

 

Con una experiencia más que demostrada, el grupo de Mejora de Frutales del citado centro sigue cosechando éxitos en este campo de investigación, donde destaca como Grupo de Excelencia que trabaja intensamente para la obtención de nuevas variedades. “Es una tarea larga y costosa, que hoy día necesita de herramientas moleculares para optimizar la eficiencia de los programas de mejora en su diseño, en los procesos de selección y, finalmente, para garantizar la protección de las variedades registradas”, explican Federico Dicenta y Pedro Martínez, del Departamento de Mejora Vegetal del CEBAS-CSIC y directores del proyecto Mejora genética de frutales de hueso mediante herramientas moleculares, desarrollado con la colaboración de la Fundación Séneca.

El objetivo de este nuevo proyecto es el desarrollo de estrategias de selección asistida por marcadores moleculares en los programas de mejora que realizan en almendro, albaricoquero y ciruelo. Con este fin se han puesto a punto diferentes técnicas de caracterización molecular –que permite determinar el grado de diversidad genética dentro de una determinada especie– para la identificación inequívoca de variedades, así como el desarrollo de marcadores de ADN ligados a los caracteres agronómicos más importantes.

Entre los avances conseguidos, la selección precoz mediante el análisis del ADN de nuevas variedades de albaricoquero resistentes al virus de la sharka y de almendros y albaricoqueros auto-compatibles y con semillas dulces (en el caso del almendro) es una realidad en los programas de mejora de este grupo.

Marcas epigenéticas en la floración

El Grupo de Mejora de Frutales también trabaja en la secuenciación de transcriptomas completos (RNA-Seq), que revela la presencia y cantidad de ARN en una muestra biológica en un momento dado y que está ayudando a tener un mejor conocimiento de los procesos moleculares asociados a la expresión de estos caracteres.

Más recientemente han comenzado una nueva línea de investigación encaminada a identificar marcas epigenéticas (cambios en la expresión de los genes motivados por el entorno) asociadas a caracteres, principalmente a la época de floración. “La epigenética estudia cambios del fenotipo –manifestación variable del genotipo de un organismo en un determinado ambiente– que se heredan, pero que no se deben a alteraciones de la secuencia de ADN”, explican los investigadores.



 

 

Trasferencia y divulgación

La trasferencia es una actividad importante dentro de este proyecto, por lo que los integrantes del grupo no han dudado en participar en congresos científicos y jornadas divulgativas. Asimismo, para impulsar la trasferencia al sector de las variedades obtenidas en sus programas de mejora genética, han desarrollado una plataforma tecnológica: CEBASfruit (https://cebasfruit.com). Además, en el blog PRUNUS BREEDING LAB (https://prunusbreedinglab.wordpress.com/) se exponen los principales resultados y publicaciones del grupo con una orientación científica y divulgativa.

 

Contribución al sector hortofrutícola y a la economía nacional

Los resultados obtenidos en el proyecto suponen un avance científico que está facilitando la obtención de nuevas variedades frutales, contribuyendo al desarrollo económico y social del sector a nivel regional y nacional. Una contribución muy significativa si se tiene en cuenta que España es el principal país exportador de frutas de hueso en fresco a nivel mundial.

 

Según la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX), en 2019 nuestro país exportó 1.045.796 toneladas de frutas (un 65% de la producción nacional), incluyendo 399.861 toneladas de melocotones, 428.951 de nectarinas, 94.223 de ciruelas, 93.833 de albaricoques y 28.928 de cerezas. A ello hay que sumar las 86.200 de almendro. Estas exportaciones suponen cerca de 1.070 millones de euros en fruta fresca y 698 millones de euros en almendras.

 

 

Federico Dicenta y Pedro Martínez, del grupo de Mejora de Frutales del CEBAS-CSIC de Murcia, son los investigadores principales del Grupo de Excelencia de la Región de Murcia Breeding stone fruit species assisted by molecular tools (Mejora genética de frutales de hueso mediante herramientas moleculares), financiado por la Fundación Séneca.

 


Fuente: Fundación Séneca
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