Zumo y Salud: Exprimiendo el mito

Un estudio de la UMH muestra que los menores tienen más riesgo de tener obesidad cuando consumen bebidas azucaradas a diario

La bollería industrial o las chucherías son productos fácilmente identificables como perjudiciales para la salud por su alto contenido en azúcares y grasas, pero otros alimentos como las bebidas azucaradas, entre las que se incluyen los zumos de frutas, siguen percibiéndose como beneficiosos para la salud de los niños, aunque podrían no serlo. Un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche concluye que el consumo diario de bebidas azucaradas está relacionado con la obesidad.

El Grupo de Epidemiología de la Nutrición (EPINUT) de la UMH ha analizado el consumo de bebidas con azúcar, que incluye los zumos envasados y su relación con la obesidad en 1.823 niños de entre 4 y 5 años en cuatro zonas geográficas de España: Asturias, Gipuzkoa, Sabadell y Valencia. Este trabajo señala que 3 de cada 4 bebidas azucaradas que toman los niños son zumos envasados. Estos resultados se enmarcan en el estudio de seguimiento prospectivo INfancia y Medio Ambiente (INMA), que estudia los efectos de los contaminantes ambientales en el aire, agua y en la dieta durante el crecimiento y el desarrollo infantil.

Los investigadores clasificaron a los niños en tres grupos según la frecuencia de consumo de bebidas con azúcar. Por un lado, los niños que tomaban menos de 1 bebida con azúcar a la semana; por otro, los que tomaban entre 1 y 7 a la semana y, finalmente, los que consumían más de 1 al día. Los resultados indicaron que cuando se toman más de siete bebidas a la semana, los niños tenían más riesgo de tener obesidad a los 4 y 5 años.


Un vaso de zumo de naranja contiene el azúcar de dos o tres piezas de fruta, mientras que su contenido en fibra es inferior al de una naranja


Se considera que los zumos son bebidas saludables porque provienen de la fruta. Se analizó la evidencia que había en cuanto al consumo de zumos 100% naturales y su asociación con la obesidad y se concluyó que, o no tiene un efecto para la salud o tiene un efecto negativo. Además, un vaso de zumo exprimido de naranja contiene el azúcar de dos o tres piezas de fruta, mientras que su contenido en fibra es inferior al de una naranja. Por lo tanto, es más saludable comer una naranja que dar la fruta en forma de zumo.

Según el estudio de la UMH, la asociación entre el consumo de bebidas azucaradas y la obesidad podría estar relacionada con un alto contenido en azúcar frente a una baja capacidad para saciar en comparación con otros alimentos. Se ha demostrado en ensayos clínicos que, si, por ejemplo, se toma 100 calorías a partir de alimentos sólidos y 100 calorías a partir de alimentos líquidos como serían las bebidas con azúcar, la sensación de saciedad que  se tiene con el alimento sólido es mucho mayor. Por lo tanto, si a largo plazo los niños comen con zumo, están ingiriendo una cantidad de calorías que el sistema de saciedad no está teniendo en cuenta. De esta forma, toman un exceso de calorías por encima de sus necesidades, lo que provoca un exceso de peso.

La investigación se enmarca en el estudio de seguimiento prospectivo Infancia y Medio Ambiente (INMA), que analiza los efectos de los contaminantes ambientales en el aire, agua y en la dieta durante el crecimiento y el desarrollo infantil.

La regulación de los azúcares añadidos en la UE

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda tanto para los niños como para los adultos, reducir el consumo de estos azúcares libres a menos del 10% de la ingesta de calorías total, aunque una disminución del 5% del consumo de la ingesta calórica total aportaría beneficios adicionales para la salud. Además, las autoridades sanitarias recalcan la importancia de la moderación en el consumo de azúcar. “Moderación”, según la OMS, significa de 5 a 10 cucharadas de postre de azúcar al día para un adulto. Esto equivale a 25 o 50 gramos, o de 4 a 8 de los clásicos terrones de azúcar. En ningún momento se habla en estas recomendaciones de “azúcares añadidos” porque no existe una definición universal de este término.

En Europa, la Directiva 2012/12/UE de 19 de abril regula la nomenclatura y la composición de los zumos de frutas. Esta directiva pretende prohibir usar azúcares añadidos en los zumos de frutas y zumos procedentes de concentrado. Pero esta restricción no afecta a los néctares de fruta, a los que se permite añadir azúcares de forma artificial hasta un 20% de su peso total. Aunque todas estas opciones para consumir bebidas de frutas tienen importantes cantidades de azúcar, los zumos a partir de concentrado y los néctares de fruta, por la forma en que se producen, presentan una mayor cantidad de edulcorantes. Según la Oficina del Consumidor, esa utilización de edulcorantes o jarabes de glucosa o fructosa hace que estas bebidas sean más baratas.

Enlace del artículo: https://issuu.com/umhsapiens/docs/sapiens_26_def_issuu/s/10199210


Sandra González Palacios
Investigadora del Grupo de Epidemiología de la Nutrición EPINUT UMH
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